En nuestro colegio, hay figuras que trascienden al título de maestro para convertirse en auténticas leyendas vivientes. Pedro Genaro Yajure es una de esas figuras emblemáticas que ha moldeado no solo mentes, sino también corazones, a lo largo de cinco décadas de inquebrantable dedicación a la enseñanza.
Por Dayrí Blanco
Su camino por la institución comenzó en una tarde memorable, el 23 de septiembre de 1973, a la 1:00 p.m., cuando empezó a impartir Geografía Económica de 5to año. Una de sus primeras alumnas fue la directora del colegio, Virginia Segovia de Bolívar.
El profesor Yajure también dejó su marca en las clases de Historia de Venezuela y Geografía. Su influencia fue tan perdurable que algunos alumnos lo tuvieron como guía a lo largo de varios años, desde primero hasta quinto año.
Desde la década de 1970 hasta al menos el año 2000, todos los graduados del Juan XXIII fueron sus alumnos, “entre ellos los Segovia y los Bolívar”. Para él, el fundador del colegio, Dimas Segovia, fue y sigue siendo un gran ejemplo a seguir.
“El profesor Jorge me dice que soy su padre pedagógico, y el ahora director académico, Chema, me ve y me dice abuelo”.
Aunque dejó de impartir clases hace unos 15 años, su compromiso con la comunidad educativa persiste, brindando apoyo en el seguimiento estudiantil y participando activamente en las actividades de la institución.
Entre anécdotas relató que a veces se acerca a algún alumno para llamarle la atención o darle un consejo “y no me pone cuidado porque no sabe quién soy yo, pero después algún compañero le dice quién soy y que fui profesor de su mamá, papá o su tía”.
Con la llegada de sus 88 años el próximo 15 de mayo, el profesor Yajure hizo un llamado a las nuevas generaciones a que persigan sin descanso sus sueños y que se enorgullezcan de formar parte de la hermosa creación que es el colegio Juan XXIII.