Cuando un alumno del Juan XXIII alcanza una alta performance deportiva de alto nivel competitivo, producto de un trabajo sistemático, técnico y científico, no es por obra de casualidad, sino por el esfuerzo sostenido en el tiempo del joven, y por el apoyo que le han dado sus padres. El alto rendimiento nos dice que llegará lejos en el tenis de campo.
Gian Piero Violpicella ha podido reunir a muchos elementos que sólo los potenciales atletas lo logran a temprana edad, de allí que la dedicación a los entrenamientos y el apoyo de ese gran voleibolista que fue Doménico (su papá), ha podido conjugarse en un deporte que presenta tantas calamidades a nivel nacional, por el poco apoyo que recibe de las altas autoridades del deporte nacional y de las pocas competencias que se dan en el país.
El país necesita de muchos talentos que están en los colegios, por ello hacemos un llamado de atención, para que no se desmaye en apoyar a los jóvenes deportistas.