Este próximo domingo 12 de febrero, además de ser una fecha histórico-política para el país de la actualidad, se celebra el Día de la Juventud venezolana, en conmemoración de la Batalla de la Victoria. Aquel día de 1814 un puñado de universitarios y seminaristas al mando de José Félix Ribas y Campo Elías, se cubrieron de gloria al derrotar en La Victoria a Boves y Morales contando con aproximadamente 1500 jóvenes.
Este día, mucho más que representar una efeméride venezolana, es ejemplo para todas las generaciones del país y del mundo de lo que un joven es capaz de hacer. Ser joven nunca ha sido fácil; las incidencias que implican las sociedades cambiantes y el surgimiento de nuevas tendencias casi que a diario dan a entender la sed del hombre por estar a la par de cualquier acontecimiento y estar preparados ante cualquier eventualidad. Representar a la generación de los jóvenes, las nuevas generaciones que en el mundo se forman, no es solo saber manejar la tecnología, tener más relaciones sociales, o saber responder con propiedad y defender tus derechos; se trata de saber asumir con compromiso las decisiones tomadas en un determinado momento, reconocer que toda acción tiene una consecuencia, identificar los buenos y malos hábitos, saber reconocer y dar la razón a quien la tenga siempre con bases fundamentadas, defender y crear un marco ideológico de tu política religión o creencias, buscar el por qué de todas las cosas y sobre todo, idealizarte que eres el cambio que el mundo necesita.
Una mirada superficial sobre la juventud venezolana, la presentaría como un sujeto social atrapado por el mercado y el consumo; sin embargo, los estudios nos muestran una juventud politizada y vinculada con el proceso de cambio que vive la sociedad. Nunca se ha dicho que la situación que vive el país en los últimos años haya sido fácil. Los hechos han indicado que los adultos, sin importar la ideología, han sido capaces de llevar las riendas de un país politizado. Y es en base a esto que se dice que, si eres joven, ¿Por qué no intentarlo? Empieza por conocerte a ti y conceptualizar tus metas, tu futuro; trabaja en lo que consideres de tu gusto y pertinente, considerando los beneficios que traerán, pero sobre todo teniendo siempre en cuenta que es mejor fracasar en el intento, que quedarse esperando a que otros repitan nefastas acciones, porque a la final, este es tu país y aquí construyes tu vida. “La juventud no es un tiempo de la vida, sino un estado del espíritu” gracias.