Texto Dayrí Blanco
Las expectativas de los estudiantes eran altas y fueron superadas. La charla “Errar y ganar” de nuestro egresado de la promoción 28, Jesús Alberto “Chubeto” Bolívar, estuvo llena de aprendizajes y experiencias para toda la vida que nuestros estudiantes de 2do, 3er y 4to año no olvidarán.
Más que una conferencia, se trató de una amena conversación en la que Chubeto hizo preguntas e interactuó de forma dinámica con los asistentes para explicarle lo que, según sus propias vivencias, son las claves para lograr los objetivos profesionales plateados.
Explicó la importancia de reconocer los procesos lineales de los exponenciales, destacando que no es una tarea sencilla porque las personas están acostumbradas a lo lineal.
“Los humanos somos muy malos en los procesos exponenciales, somos muy buenos en predecir los lineales porque, en nuestra evolución para poder sobrevivir en la sabana, no hacía falta entender los exponenciales, muchos de los procesos y cosas que nos pasan alrededor son exponenciales y es clave identificar cuáles son y aprovecharlos”.
Resaltó a los estudiantes que los procesos exponenciales se conectan con el poder de los hábitos, ya que cuando una persona se acostumbra a hacer algo a diario, no se ve el progreso inmediato sino después de mucho tiempo.
“Es muy difícil predecir qué va a pasar con eso a lo largo del tiempo y los hábitos que son acumulativos”. Bolívar puso el ejemplo de los músicos, que no solo quieren aprender un instrumento en sí como la guitarra, sino ser guitarristas, o quienes corren a diario, no es para aprender a correr sino para convertirse en corredores.
“Los hábitos tienen particularidad de transformarte… Si quieres establecer un objetivo como aprender a tocar guitarra, ser bueno en matemáticas, ser más organizado, hay que establecer ese hábito… Como nuestra cabeza piensa linealmente nosotros pensamos que el proceso es todos los días recto y, la mayoría de nosotros perdemos la capacidad de mantener un hábito porque no vemos los resultados lineales y automáticos, el mejor ejemplo es la pérdida de peso, no se ven resultados rápidos y se abandona, y eso ocurre así porque es un proceso exponencial”.
Dijo que parte del secreto que hacen todos los inversores en compañías es poder identificar cuáles son las señales de posibilidad de crecimiento exponencial.
La última reflexión que dejó Bolívar a los alumnos es si vale la pena ir o no a la universidad para lo que destacó qué identidad quieren tener y cuáles son los hábitos a cumplir para lograr esa identidad, “para mí fue ser ingeniero y eso requiere la universidad, pero un amigo quería ser chef y no tuvo que ir a la universidad y le ha ido bien”.
Recomendó a los jóvenes que todas las cosas que hagan en su día a día, las decisiones que tomen, sean para planificar lo que quieren ser.
“En 3er año yo comencé a escribir a la universidad a la que quería ir, todos los días 20 minutos a hacer problemas de matemáticas, eso se acumuló… En estas vacaciones, en sus casas, reflexionen sobre qué identidad quieren tener, qué habito quieren formar al graduarse de 5to año y seguro se van a equivocar sobre lo que pueden lograr en tres años, porque somos muy malos en predecir los procesos exponenciales, pero ustedes los van a saber identificar”.
La profesora Celis Fernández de González, quien fue su docente de la asignatura de Historia, se mostró complacida por la actividad. “Es un egresado maravilloso, aunque travieso e inquieto, no se imaginan todo lo que vivimos porque es su personalidad, y si alguien se siente satisfecha y feliz de verlo cumplir sus sueños y tener una familia hermosa soy yo, porque lo quiero mucho y se lo ha ganado con todo su trabajo, en su desempeño como profesional y como persona”.
La estudiante María Virginia Bustamante, en representación de todos los alumnos dijo que, “Chubeto”, como conocen en la familia a Bolívar, es su primo por el que siente una gran admiración, “es un ejemplo a seguir debido a que ha cosechado éxitos en dos de las mejores universidades del mundo, modelando atributos como audacia, pesador, íntegro y buen comunicador, entre muchos otros atributos que pudiera mencionar, siempre perfilándonos a alcanzar cada una de nuestras metas”.
A Bolívar le fue entregado el botón del profesor Dimas Segovia y Sandra Agudo, de la Asociación e Egresados y Amigos del Instituto Educacional Juan XXIII, expresó que ellos también sueñan creen y quieren llegar a nuestros sueños lo más cercano a la realidad, “así sea a través de ustedes, y consideramos de suma importancia el esfuerzo de la directiva del colegio Juan XXIII de presentarles casos de éxitos de carne y hueso”.
La directora de la institución, Virginia Segovia de Bolívar, recordó que Jesús Alberto, desde 3er año, escribió a la universidad para decir quién era y que había ganado varias medallas en las olimpiadas. “Era inquieto lo cambiamos varias veces de sección desde pequeño hasta 5to año, era escapista porque siempre tenía una excusa, pero enfocado… Cuando las mamás vienen y me dicen ayúdeme para que mi hijo haga tal cosa, yo les digo que las decisiones son de ustedes, no de los papás, los papás orientamos”.
Dijo a los alumnos que, así como “Chubeto” cumplió sus sueños, ellos lo harán porque tienen una familia a su alrededor y a sus profesores.