Coma de todo… pero con moderación

By 27/10/2011 Sin categoría No Comments

EL NACIONAL – Jueves 20 de Octubre de 2011 Guía de Salud/4.

Guía de Salud.

NUTRICIÓN.
Cada organismo tiene un requerimiento calórico

No existen alimentos buenos ni malos, dicen los especialistas; lo que recomiendan es consumirlos de forma equilibrada.

ANDREÍNA MONASTERIO
amonasterio@el-nacional.com

Hay algunos alimentos cotidianos en alacenas y neveras que no gozan de muy buena fama por su asociación a ciertas patologías. Las especialistas Verónica Castillo, licenciada en Nutrición y Dietética, y Amelia De La Peña, especialista en Nutrición de la clínica Gold Gym los reivindican y dejan claros sus beneficios, siempre y cuando no se abuse de su ingesta.

Azúcar
El azúcar de mesa es indispensable como fuente de energía de los tejidos. «Los granos, cereales, tubérculos, plátanos y frutas contienen glucosa y son conocidos como carbohidratos complejos. En las dietas hipocalóricas se restringen porque su fácil absorción dificulta la pérdida de peso, mientras que a las personas con diabetes mellitus e hipertrigliceridemia se les sustituye por edulcorantes», explica Verónica Castillo.

La especialista indica que un individuo sano puede consumir de una a tres cucharaditas por día. «Lo ideal es que lo ingiera con moderación para no tener ninguna repercusión en la salud».

Chocolate
Esta golosina es favorable mientras menor cantidad de leche y azúcar tenga. «El contenido de cacao es determinante. Al ser más oscuro y menos refinado (chocolate amargo), sus efectos son positivos. Si tiene leche completa ­que posee colesterol y, a su vez, azúcar­, su consumo diario favorece el aumento de peso, glicemia y trigliceridos.

Carnes rojas
Son una de las fuentes ricas en proteínas de alto valor biológico. Sin embargo, la ingesta excesiva puede causar enfermedades como hiperuricemia y gota (exceso de uratos en sangre). «Es suficiente consumirlas dos veces a la semana y preparar otras carnes como pollo, pavo y pescado para los días restantes», indica Castillo. Quienes practican el vegetarianismo pueden comer granos y cereales en conjunto, acompañados de otros suplementos. Deben contar con el asesoramiento de un nutricionista.

Leche completa
La leche proporciona proteínas de alto valor biológico. No obstante, los especialistas recomiendan su consumo sólo a partir de los 2 años de edad.

«La leche que deben tomar los humanos a esa edad es la materna. El consumo debe ser exclusivo ­sin agua ni otro alimento­ hasta los 6 meses». Luego se continúa con la lactancia y la alimentación complementaria hasta los 2 años, cuando el bebé ha alcanzado su desarrollo óptimo con la leche materna», declara Castillo. Este alimento se encuentra perfectamente adaptado a sus necesidades y no es alergénico, cualidad que la diferencia de la de vaca.

El consumo de leche debe ser de hasta 2 vasos al día. Al cumplir los 20 años de edad, hay que bajar la ingesta a un vaso al día de leche o yogurt. El queso y otros derivados de la leche pueden ser sustitutos. Existe propensión a desarrollar cálculos renales siempre y cuando haya predisposición genética y poco consumo de agua.

Amelia De La Peña prefiere la leche descremada antes que la completa. La primera aporta 90 calorías y 10 mg de colesterol por vaso, mientras que la segunda contiene 150 calorías y 33 mg de colesterol.

Huevos
Dentro del grupo de las proteínas, la clara del huevo es la que tiene mejor valor biológico, pero su yema es puro colesterol. «Si un paciente presenta colesterol alto, limito el consumo de la yema. La clara sí está permitida por ser una excelente proteína», señala De La Peña.

Sal
Acentúa el sabor, pero debe emplearse con moderación.

«Cuando el médico restringe la ingesta es porque puede existir una patología de base asociada al sistema renal o cardiovascular», explica Castillo.

Un individuo sano puede consumirla, pero de preferencia en la cocción de alimentos.

Se puede cuantificar por cucharaditas (1/2) para elaborar las comidas del día. «Evitar el uso del salero de mesa previene la presencia de hipertensión, pues a nivel metabólico el sodio produce mayor tensión cardiovascular». En casos de hiponatremia (baja concentración de sodio en la sangre), la sal es necesaria para compensar el déficit.

Grasas
Son fuente de energía y se clasifican en saturadas (frituras, comida «chatarra» y afines) y grasas «buenas», que favorecen el aumento del colesterol bueno o HDL. Estas previenen episodios de eventos cardiovasculares como ACV, anginas de pecho e infartos y están presentes en el aguacate, aceite de oliva, girasol o canola, frutos secos tipo nueces y otros que posean grasas poliinsaturadas.

Castillo recomienda usar las grasas para aderezar o untar, mas no para freír. «Cuando se someten al calor, se saturan y se hacen nocivas».