Los futuros representantes en baloncesto del Juan XXIII comenzaron en dicho deporte en intercursos del Juancito, en el cual destacaron destrezas físicas propias de la edad. Estamos contentos de contar con ese relevo generacional que marcará pauta en el tiempo para orgullo del Juan, y satisfacción de padres y representantes que con mucho sacrificio se apartan de las obligaciones del trabajo en aras de estar al lado de niñas y niños que crecen en el deporte. Este primer campeonato intercurso fue el «compartir» de un deporte que siempre ha dado sus frutos y el cual ha hecho valer el grito de guerra: 1, 2, 3, Juan XXIII.